“Apenas os pequenos segredos precisam ser guardados, os grandes ninguém acredita” (H. Marshall)

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El secreto de la conciencia

Hoy en día, pocas personas parecen comprender que la verdadera evolución humana fue interna, y que solo recientemente la humanidad se ha volcado hacia el exterior, es decir, hacia el desarrollo de bienes materiales. Y este hecho marca la diferencia en la resolución de los caminos de la humanidad.

Así pues, por mucho que la humanidad intente volcarse hacia el exterior, su destino está ineluctablemente marcado por el desafío de la trascendencia, so pena de su completa extinción como especie, y quizás ni siquiera entonces. Así pues, el trabajo planeado para ella ya está hecho, para bien o para mal. Los verdaderos poderes de este mundo residen en los planos internos, y desde allí controlan los acontecimientos externos.

La consciencia representa uno de los mayores enigmas del Universo, y la Ciencia ni siquiera sabe por dónde empezar a investigar, temerosa de encontrar aquello que siempre ha negado.  Entre otros factores, la conciencia humana está formada por una compleja red de energías a las que se accede a través de las facultades sutiles desarrolladas por nuestra especie, a través de dones como la telepatía, la intuición y la mediumnidad, por nombrar sólo los más comunes. Y naturalmente evoluciona a través de la cultura y la educación.

 Como todo lo demás, la consciencia no es algo ya dado a la humanidad, sino un logro de la cultura misma, quizás el más grande e importante de todos. Y es precisamente por eso que aún fluctúa y puede desarrollarse o extinguirse en cada ser humano.

La gente cree ingenuamente que este tardío despertar a la materia se debió a la etapa primitiva de la humanidad en aquel entonces, pero esto no es más que un prejuicio. La realidad es que solo ahora la humanidad se ha liberado para afrontar su ansiado "progreso" material, porque espiritualmente ya está preparada para afrontar las consecuencias de cualquier resultado.

No negamos que la evolución humana se haya producido en gran medida gracias al aumento de sus capacidades pragmáticas en el plano físico. Sin embargo, sigue siendo muy importante destacar dos puntos: a. el largo período en que las especies permanecieron en etapas culturales consideradas relativamente primarias (más del 99 % de la experiencia humana tuvo lugar durante el Paleolítico); y b. la innegable (aunque subestimada y poco conocida) importancia de la espiritualidad y la religiosidad a lo largo de su existencia hasta la actualidad.

El Homo sapiens convivió con especies más antiguas durante mucho tiempo y aprendió de sus experimentos espirituales, adoptando sus prácticas y, en ocasiones, mejorándolas. Ciertamente, esas especies también controlaban las cosas, impidiendo el surgimiento de grandes innovaciones.

La espiritualidad ha sido, a través de sus portavoces, la gran reserva de conciencia de la humanidad a lo largo del tiempo, impidiéndole embarcarse en aventuras prematuras e innecesarias. Hoy en día, es posible comprender la razón de todas aquellas autoridades que dieron a la humanidad un nuevo rumbo y la ayudaron a descubrir nuevas dimensiones de la existencia. Todo esto aplica incluso a su evolución física y a su integridad física esencial, pues la investigación moderna ha demostrado que, en última instancia, formas de vida consideradas primitivas podrían haber ayudado a los humanos a preservar mejor su salud física.

El prejuicio contra la vida natural y espiritual nos ha servido como una venda para ver otras realidades, y lo más interesante es que también es una venda mágica, no estrictamente científica ni imparcial. Sigue siendo una venda muy ideológica, hecha de maya, ilusión, obsesión y brujería, lo que no hace más que confirmar todo lo que afirmamos aquí. Son vestigios de la magia ancestral que buscaba aferrarse a este mundo con uñas y dientes, siendo capaz de realizar las aberraciones más impensables para evitar la muerte de la consciencia. A diferencia de antes, estos medios eran más sutiles y ahora serán materiales. Sin embargo, es improbable que estos nuevos esfuerzos prosperen, pues son delirios y deben ser interrumpidos por alguna crisis terminal, como siempre ocurre cuando la opresión y la locura alcanzan niveles muy altos.

La realidad es que todo fue planeado meticulosamente para que fuera así, según los dictados del Todopoderoso. Para los Iniciados, no existen límites rígidos entre este mundo y los demás. Cuando uno cierra las puertas de los sentidos, se abren otras ventanas a mundos desconocidos. Y estos mundos son tan ricos y poblados como este, si no más.

Para acceder a estos mundos, se requiere un entrenamiento intensivo. Algunas personas fuertes pueden vislumbrarlos mediante artificios, aunque estas experiencias suelen tener un alto precio. Su valor reside únicamente en proporcionar información a quienes se sienten mínimamente preparados, y luego la persona debe buscar acceso a ellos mediante técnicas apropiadas. La consciencia es la estructura más compleja del universo, ya que representa una herramienta para explorar los mundos, y cualquier paso en falso puede comprometer sus frágiles estructuras. Los laberintos de la conciencia son tan complejos que, según la Tradición, se cree que sólo un Guía experimentado es capaz de conducir a alguien por los verdaderos caminos de la liberación de la humanidad.

Todo es energía en el universo, pero solo el plano físico está hecho de energía densa o material. Para acceder a otros mundos, debemos entrenar nuestros sentidos más sutiles. Esto es importante porque nuestra estancia en este mundo físico es breve y limitada.

Cada plano es como un portal. Quienes reciben las contraseñas para el siguiente plano pasarán por el primer portal después de la muerte. Luego habrá otro portal, y otro. En ellos, la evolución de la conciencia continúa, a través de reencarnaciones y pasajes por planos sucesivos. Solo el cuarto portal asegura la verdadera inmortalidad de la conciencia y la liberación de este mundo físico, pues la naturaleza de este mundo también es cuádruple.

Estos cuatro Portales son en sí mismos un símbolo de la consciencia, conformando el mandala de la evolución humana. Los humanos los han practicado gradualmente desde los inicios de su evolución, probablemente incluso antes de la llegada del Homo sapiens. Aunque se considera que la evidencia religiosa o ritual data de hace solo aproximadamente 500.000 años (la Revolución Cognitiva humana es el fractal o el 10% de este período, correspondiente a las primeras raíces del Homo sapiens), investigaciones posteriores podrían adelantar esta fecha, especialmente porque pudo haber prácticas que no dejaron rastro.

Es un hecho relativamente conocido que cuando algo se hace evidente, es porque comenzó a ensayarse y practicarse de otras formas y a menor escala mucho antes. Dentro de la amplia variedad de cultos y prácticas místicas y religiosas, las formas varían, y muchas pueden realizarse sin dejar rastro alguno. Incluso hoy en día, existen prácticas místicas y religiosas que no dejan rastro físico de su ejecución.

En última instancia, por mucho que la humanidad se desvíe del camino correcto, todo tiende a contribuir a catapultarla hacia su destino final de sublimación. René Guénon diría que cuando el mundo se convierte en un reino de cantidad, posteriormente se transforma en un reino de calidad. Sin embargo, esta nueva «calidad» no significa necesariamente que se dará en este mundo.

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Acerca del autor

Luís A. W. Salvi (LAWS) ha sido un estudioso de los Antiguos Misterios durante más de 50 años. Especialista en Filosofías del Tiempo y Esoterismo Práctico, también desarrolla trabajos en los campos del Perennialismo, la Psicología de las Profundidades, la Antropología Esotérica, la Sociología Holística y otros. Ha publicado decenas de obras a través de Editorial Agartha y es el director del canal Agartha wTV.



The Secret of Consciousness

Few people seem to understand today that true human evolution was internal, and that only very recently has humanity turned outward, that is, to developing material things. And this fact makes all the difference in the resolution of humanity's paths.

So, no matter how much humanity tries to turn outward, its destiny is ineluctably marked by the challenge of transcendence, under penalty of its complete extinction as a species, and perhaps not even then. Thus, the work planned for it has been done, for better or for worse. The true powers of this world are all in the inner planes, and from there they manage the events outside.

Consciousness represents one of the greatest enigmas of the Universe, and Science doesn't even know where to begin researching, fearful of finding things it has always denied. Among other factors, human consciousness is made up of a complex network of energies accessed through the subtle faculties developed by our species, through gifts such as telepathy, intuition, and mediumship, to name just the most common. And it naturally evolves through culture and education.

Like everything else, consciousness isn't something given to humanity ready-made, but an achievement of culture itself, and perhaps the greatest and most important of them all. And that's precisely why it still fluctuates and can be developed or extinguished in each human being.

 People naively believe that this late awakening to matter was due to humanity's primitive stage at the time, but this is nothing more than a prejudice. The reality is that only now has humanity been liberated to face its longed-for material "progress," because spiritually, it is already prepared to face the consequences of whatever may result.

We do not deny that human evolution has largely occurred due to the increase in its pragmatic abilities on the physical plane. Nevertheless, it is still very important to note two points here: a. the long period in which species remained in cultural stages considered relatively primary—more than 99% of human experience occurred during the Paleolithic period; and b. the undeniable (albeit underestimated and little-known) importance of spirituality and religiosity throughout its existence up to the present day.

Homo sapiens lived alongside older species for a long time and learned about their spiritual experiments, adopting their practices and sometimes improving them. Certainly, those species also controlled things, preventing the emergence of great innovations.

Spirituality has been, through its spokespeople, humanity's great reservoir of consciousness throughout time, preventing it from embarking on premature and unnecessary reckless adventures. Today, it's possible to understand how right all those authorities were who gave humanity new directions and helped it discover new dimensions of existence. All of this applies even to its physical evolution and essential physical integrity, because modern research has shown that, ultimately, life forms considered primitive could have helped humans better preserve their physical health.

Prejudice against natural and spiritual life has served as a blindfold to prevent us from seeing other realities, and the most interesting thing is that this is also a magical blindfold, not a strictly scientific or impartial one. This is still a very ideological blindfold made of maya, illusion, obsession, and witchcraft—which only proves everything we are affirming here. These are remnants of the ancient magic that sought to cling to this world tooth and nail, having been capable of performing the most unthinkable aberrations to avoid the death of consciousness. Unlike before, these means were more subtle and now they will be material. However, these new efforts are unlikely to prosper either, because they are delusions and must be interrupted by some terminal crisis, as always happens when oppression and insanity reach very high levels.

The reality is that everything was meticulously planned to be this way, according to the dictates of the Almighty. For the Initiates, there are no rigid boundaries between this world and the others. When one closes the doors of the senses, other windows open to unknown worlds. And these worlds are as rich and populous as this one, if not more so.

To access these worlds, intensive training is required. Some strong individuals may be able to glimpse them through artifice, although such experiences often come at a high price. Their value lies solely in providing some information to those who feel minimally prepared, and then the person must seek access to them through appropriate techniques. Consciousness is the most complex structure in the universe, as it represents a tool for exploring the worlds, and any misstep can compromise its fragile structures. The labyrinths of consciousness are so complex that, according to Tradition, it is believed that only an experienced Guide is capable of leading someone along the true paths of humanity's liberation.

Everything is energy in the universe, but only the physical plane is made of dense or material energy. To access other worlds, we must train our more subtle senses. This is important because our stay in this physical world is brief and limited.

Each plane is like a portal. Those who receive the passwords to the next plane will pass through the first portal after death. Then there will be another portal, and another. In them, the evolution of consciousness continues, through reincarnations and passages through successive planes. Only the fourth portal ensures the true immortality of consciousness and liberation from this physical world, because the nature of this world is also fourfold.

These four Portals are themselves a symbol of consciousness, forming the mandala of human evolution. Humans have gradually practiced them since the earliest beginnings of their evolution, probably even before the arrival of Homo evolution. Although religious or ritual evidence is considered to date only approximately 500,000 years ago (the human Cognitive Revolution is the fractal or 10% of this period, corresponding to the earliest roots of Homo sapiens), further research may still advance this date, especially since there may have been practices that left no trace.

It is a relatively well-known fact that when something becomes evident, it is because it began to be rehearsed and practiced in other forms and on a smaller scale long before. Within the wide variety of cults and mystical and religious practices, the forms vary, and many can be performed without leaving even a short-term trace. Even today, there are mystical and religious practices that leave no physical trace of their performance.

Ultimately, no matter how much humanity errs and strays from the right path, everything tends to contribute to catapulting it toward its ultimate destiny of sublimation. René Guénon would say that when the world becomes a realm of quantity, it subsequently transforms into a realm of quality. However, this new "quality" does not necessarily mean that it will occur in this world.

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About the Author


Luís A. W. Salvi (LAWS) has been studying the Ancient Mysteries for over 50 years. A specialist in the Philosophies of Time and Practical Esotericism, he also develops works in the areas of Perennialism, Deep Psychology, Esoteric Anthropology, Holistic Sociology and others. He has already published dozens of works through Editorial Agartha, in addition to maintaining the Agartha wTV Channel.


O Segredo da Consciência

Pouca gente parece compreender hoje que a verdadeira evolução humana foi interior, e que somente em datas muito recentes é que a humanidade tem se voltado para o exterior, ou seja, para desenvolver as coisas materiais. E este fato faz toda a diferença na resolução dos caminhos da humanidade.

De modo que por mais que a humanidade tente voltar-se para fora, o seu destino está inelutavelmente marcado pelo desafio da transcendência, sob pena da sua extinção completa como espécie, e talvez nem mesmo assim. De sorte que o trabalho planejado para ela tem sido feito, para bem e para mal. As verdadeiras potências deste mundo estão todas nos planos internos, e desde lá manejam os acontecimentos fora. 

A consciência representa um dos maiores enigmas do Universo, e a Ciência não sabe nem por onde começar a pesquisar, temerosa de terminar encontrando coisas que ela sempre negou. Entre outros fatores, a consciência humana está constituída por uma complexa rede de energias às quais tem acesso através das faculdades sutis desenvolvidas por nossa espécie, mediante dons como a telepatia, a intuição e a mediunidade; apenas para mencionar as mais comuns. E naturalmente evolui através da cultura e da educação.

Como tudo o mais, a consciência não é algo que foi dada pronta para a humanidade, mas uma conquista da própria cultura, e talvez a maior e a mais importante delas. E é por isto mesmo que ela ainda oscila e pode ser desenvolvida ou apagada em cada ser humano.

As pessoas julgam ingenuamente que tal despertar tardio para a matéria deveu-se ao estágio primitivo da humanidade de então, mas este não passa de um preconceito. A realidade é que somente agora a humanidade foi liberada para encarar o seu ansiado “progresso” material, porque espiritualmente ela já estaria preparada para enfrentar as consequências daquilo que possa disto resultar.

Nós não negamos que a evolução humana decorreu amplamente em função do aumento das suas habilidades pragmáticas no plano físico. Não obstante, mesmo assim é muito importante observar aqui duas questões: a. o longo período em que as espécies permaneceram em estágios culturais considerados relativamente primários -mais de 99% da experiência humana ocorreu durante o período Paleolítico, e b. o peso inegável (ainda que subestimado e pouco conhecido) da espiritualidade e da religiosidade no decurso de sua existência até os nossos dias.

O Homo sapiens conviveu longamente com espécies mais antigas e conheceu os seus experimentos espirituais, adotando as suas práticas e por vezes aprimorando-as. Certamente aquelas espécies também controlavam as coisas, impedindo o surgimento de grandes novidades.

A espiritualidade tem sido através dos tempos a grande reserva de consciência da humanidade, através de seus porta-vozes, impedindo que ela se jogasse em aventuras temerárias precocemente e sem necessidade. Hoje já é possível compreender o quanto estavam certas todas aquelas autoridades que deram às humanidades outras direções e lhe auxiliaram a descobrir novas dimensões da existência. Tudo isto é válido até mesmo quanto à sua evolução física e sua integridade física essencial, porque pesquisas modernas têm demonstrado que no final das contas as formas de vida consideradas primitivas poderiam ter ajudado o ser humano a preservar melhor a sua saúde física. 

O preconceito contra a vida natural e espiritual tem servido de viseira para não se enxergar outras realidades, e o mais interessante é que também se trata esta de uma viseira mágica, e não propriamente científica ou isenta. Esta é ainda uma viseira muito ideológica feita de maya, de ilusão, de obsessão e de feitiço -o que apenas prova aquilo tudo que estamos aqui afirmando. Estes são resquícios da magia antiga que desejava agarrar-se a este mundo com unhas e dentes, havendo sido capaz de realizar as mais impensáveis aberrações para evitar a morte de consciência, à diferença de que antes estes meios eram mais sutis e agora serão materiais. Contudo, estes novos esforços tampouco deverão prosperar, porque são delírios e deverão ser interrompidos por alguma crise terminal como sempre acontece quando a opressão e a insanidade chegam a graus muito elevados.

A realidade é que tudo foi meticulosamente planejado para ser assim, de acordo com os ditames do Altíssimo. Para os Iniciados não existem fronteiras rígidas entre este mundo e os outros. Quando alguém fecha as portas dos sentidos, outras janelas se abrem para mundos desconhecidos. E estes mundos são tão ou mais ricos e populosos do que este.

Para ter acesso àqueles mundos é preciso realizar um treinamento intensivo. Algumas pessoas fortes podem conseguir vislumbres deles através de artifícios, muito embora se costume pagar um preço alto demais por tais experiências. Seu valor está unicamente em fornecer algumas informações, para aqueles que sentem-se minimamente preparados, e depois a pessoa deverá buscar o acesso a eles através de técnicas apropriadas. A consciência é a estrutura mais complexa do universo, pois representa uma ferramenta para explorar os mundos, e qualquer passo em falso pode comprometer as suas frágeis estruturas. Tão complexos são os labirintos da consciência, que por Tradição reputa-se que somente um Guia experiente é capaz de conduzir alguém pelos verdadeiros caminhos de libertação da humanidade.

Tudo é energia no universo, porém somente o plano físico está feito com energia densa ou material. Para acessar os outros mundos é preciso treinar os nossos sentidos mais sutis. Isto é importante, porque a nossa estada neste mundo físico é breve e limitada.

Cada plano é como um portal. Aquele que recebe as senhas para o próximo plano atravessará o primeiro portal após a morte. Em seguida haverá outro portal e outro. Neles a evolução da consciência continua, através de reencarnações e de passagens por planos sucessivos. Somente o quarto portal assegura a verdadeira imortalidade da consciência e a libertação deste mundo físico, porque a natureza deste mundo também é quadruple.

Estes quatro Portais são eles mesmos um símbolo da consciência, formando o mandala da evolução humana. O ser humano tem se exercitado paulatinamente por eles desde os mais remotos primórdios da sua evolução, provavelmente antes mesmo da chegada da evolução Homo. Embora se considere que as evidências religiosas ou de rituais remontem apenas há cerca de 500 mil anos atrás (a Revolução Cognitiva humana é o fractal ou 10% deste período, que corresponde às raizes remotas do Homo sapiens), novas pesquisas ainda podem fazer avançar esta data, até porque pode haver tido práticas que não deixaram rastros. 

É um fato relativamente conhecido que quando algo chega a se plasmar com evidência, é porque muito antes se começou a ensaiar e a praticar de outras formas e em menor escala. Dentro da ampla variedade de cultos e de práticas místicas e religiosas, as formas são variáveis e muitas podem ser realizadas sem deixar vestígios sequer de curto prazo. Ainda hoje existem práticas místicas e religiosas que não se traduzem em deixar rastros físicos da sua realização.

Enfim, por mais que a humanidade erre e se desvie dos bons caminhos, tudo tende a contribuir para que ela seja catapultada na direção dos seus destinos finais de sublimação. René Guénon diria que, quando o mundo se torna um reino da quantidade, ele em seguida se transforma em reino da qualidade. Porém, esta nova “qualidade” não significa que aconteça necessariamente neste mundo.

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Sobre o Autor

Luís A. W. Salvi (LAWS) é estudioso dos Mistérios Antigos há mais de 50 anos. Especialista nas Filosofias do Tempo e no Esoterismo Prático, desenvolve trabalhos também nas áreas do Perenialismo, da Psicologia Profunda, da Antropologia Esotérica, da Sociologia Holística e outros. Tem publicado já dezenas de obras pelo Editorial Agartha, além de manter o Canal Agartha wTV 




A Grande Chave do Hermetismo

A última menção importante que queremos fazer é de outra natureza, tratando de outro aspecto da técnica do Agni Yoga, presente dentro de um dos grandes clássicos da literatura esotérica, oriunda da cultura helenística do Egito -a mesma dos Terapeutas do Deserto alexandrinos que teriam influenciado Jesus em suas buscas avançadas pela iniciação. Trata-se pois daquela essência ou base operativa da Tábua de Esmeraldas de Hermes Trismegisto, voltada para o processo de aquisição da fortaleza interior, através do processo descrito sumariamente nestes termos: 

“Separarás a Terra do Fogo, o sutil do denso, suavemente e com grande perícia.

“Sobe da terra para o Céu e desce novamente à Terra e recolhe a força das coisas superiores e inferiores.

“Desse modo obterás a glória do mundo.

“E se afastarão de ti todas as trevas.

“Nisso consiste o poder poderoso de todo poder: vencer todas as coisas sutis e penetrar em tudo o que é sólido.”

Trata-se portanto de uma abordagem geral, que pouco diz da técnica em si, salvo breves indicações sobre o emprego central da vontade (telesma) e quanto à harmonização das polaridades, mas que descreve perfeitamente os objetivos espirituais em tela, que é a aquisição definitiva de uma fortaleza interior, capaz de penetrar com o sutil até mesmo as coisas densas. Certamente os encerramentos também são eloquentes, a saber:

“Assim o mundo foi criado.

“Esta é a fonte das admiráveis adaptações aqui indicadas.

“Por esta razão fui chamado de Hermes Trismegisto, pois possuo as três partes da filosofia universal.

“O que eu disse da Obra Solar é completo.”

Ou seja: trata-se de um poder de coordenar o mundo de forma deliberada -este é o sentido da palavra “criação”-, e já afirmamos que muitos criadores da Civilização foram discípulos da Hierarquia espiritual. Trata-se ademais de uma obra Trina e portanto completa, por assim dizer, própria de u’a maestria. E por fim declara se tratar de uma “obra solar”, e portanto de iluminação plena, ainda que na prática se trate mesmo ainda de uma transfiguração espiritual.

O tempo mínimo total também estaria sugerido no alfarrábio do “três vezes sábio”: três anos para cada etapa triple (de noviciado, discipulado e iniciado, ou etapas negra, branca e vermelha da Alquimia), consumando assim “o nove da iniciação” de que fala Alice A. Bailey, a começar pelos tradicionais três anos de retiro que prescrevem os budistas ou de “esforços concentrados” num ashram, destinados especialmente aos noviços -como entre os Brahmacharyas hindus portanto. 

O Ensinamento do Agni Yoga de Helena Roerich (ver na sequência) pedia sete anos de consagração do discípulo. No âmbito da Tetraktys isto abarcaria os dois primeiros estágios de iniciação ou 4+3 anos para o noviciado e o discipulado somados, ao passo que os restantes 2+1 anos já integrariam as etapas de liberação e de iluminação respectivamente, para ser capaz de atuar então com equilíbrio e desprendimento no mundo. O mais importante porém é o estágio inicial de retiros e disciplinas físicas. Quem não pode dispor de três ou quatro anos de sua vida para a espiritualidade “na flor da vida”, tampouco deveria esperar ver a espiritualidade florescer em sua existência. Ao menos assim reza a Lei do Carma; contudo também existe a Lei da Compaixão pela qual certos objetivos podem ser alcançados sob a intermediação divina em qualquer tempo.

A técnica da Tábua de Esmeraldas pode ser considerada tântrica por combinar as coisas do céu e da terra. E tudo isto é muito importante de compreender não somente por si mesma, como pelo fato de ser uma realidade que há muito praticamente tem escapado às práticas espirituais correntes, as quais tem se limitado bem mais a uma mística contemplativa. 

LAWS, “A Doutrina Secreta Revelada”, Volume V, “Filosofia Oculta”.

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Raízes Arcaicas do Yoga Solar

 

Agni Yoga é a Ioga do Fogo ou que trabalha diretamente com as energias, de forma dinâmica e criativa, representando também a essência e a prática do conceito original de meditação, hoje grandemente perdido e reduzido a práticas contemplativas. Queremos evocar neste Capítulo três grandes momentos anteriores da cultura esotérica onde podemos observar a menção estratégica e tradicional da Ciência do Fogo, segundo as suas origens arcaicas, antigas e clássicas, por assim dizer. 

Testemunhos arcanos da Ciência Solar

Segundo a Doutrina Secreta de Blavatsky, o yoga seria praticado pela humanidade desde a sua primeira raça lá na aurora do Pralaya há mais de 20 mil anos. Ao menos a apresentação do seu Volume II ou “Antropogênese” traduz nestes termos a natureza da “raça hyperbórea” original, como sendo uma verdadeira “raça de yogues”. Não obstante já ali se mostra também as Hierarquias preocupadas em encontrar debalde indivíduos “com mente” a fim de ministrar certas iniciações mais avançadas. Tal coisa somente poderia ser alcançada com sucesso na terceira raça (mais exatamente em meados da mesma), chamada de Lemuriana, em função do alinhamento desta raça com o terceiro plano ou mental. 

Nesta ocasião foi possível ativar então a Iniciação Solar na humanidade, permitindo a aproximação de um rico contexto de Hierarquias envolvendo os Manasaputras ou “Portadores de Mente”, assim como os Agnishwattas ou “Senhores do Fogo” e até os grandes Kumaras responsáveis pela organização do centro de Shambhala. Certamente se aproximava então uma transição planetária e os devidos preparativos deveriam ser realizados. Para agilizar espiritualmente tudo isto se começou a organizar uma nova Hierarquia espiritual destinada a cuidar das coisas do Manvantara que chegava. E o instrumento espiritual a ser empregado para isto seria a energia Fohat, o poder criador da mente espiritual, proporcionando assim a Iniciação solar para vários expoentes daquela raça. 

Estes últimos acontecimentos teriam ocorrido há cerca de doze mil anos atrás, o que corresponde a dizer um arco completo do Ano Cósmico, por assim dizer, fato este com grandes implicações para os nossos dias também, permitindo uma restauração dos conhecimentos de então para acionar uma nova mudança de rondas. Tais cronologias também puderam ser apuradas após se analisar criteriosamente todos os dados esotéricos existentes e retirados os véus que sobre elas pesavam. O seu registro foi realizado em escrituras tântricas tibetanas escritas em folhas de palmeiras como aquelas traduzidas por Blavatsky sob o nome de “Estâncias de Dzyan”. Apesar destes registros poderem remontar aos primeiros séculos da Era de Peixes, os conteúdos são bastante mais antiguistas (ou arcaístas), até mesmo pré-históricos como se percebe.

Uma Luz na Antiguidade

Eis porém que passados nove mil anos do citado evento-Shambhala, um quadro não muito diferente voltaria a se reproduzir no seio de uma nova raça terciária na aurora da própria raça árya, a qual costuma ser considerada como a terceira raça do atual Manvantara. Desta feita um outro tipo de registro foi encontrado para testemunhar a realidade do Yoga Solar. Uma famosa dinastia ou, mais exatamente um famoso faraó considerado herege, que foi Akhenaton, teria sido o grande responsável por esta nova grande epifania espiritual. A imagem completa deste painel poderá ser encontrada no Capítulo 28, adiante.

A esotérica Segunda Capela de Tutankamon

Não estamos falando porém do culto solar exotérico realizado pela família do faraó nas suas conhecidas representações piedosas, e sim de algo que ficou oculto por milênios até ser milagrosamente encontrado pelos arqueólogos nos começos do Século XX. Acontece que por detrás daquela religião solar que motivou uma verdadeira revolução cultural na época, havia também um culto solar esotérico destinado apenas aos verdadeiros Iniciados dos Mistérios de Aton, o deus Sol. E a natureza destes ritos misteriosos chegaram a ser então criteriosamente registrados na tumba não do próprio Akhenaton, a qual nunca foi encontrada, mas sim de seu filho Tutankaten, quem ficou realmente conhecido para a história como Tutankamon. 

Em especial a Segunda Capela de Tutankamon concentra tais registros esotéricos, com informação visual incrivelmente completa das Nove Séries da meditação do Agni Yoga.  O culto solar de Akhenaton era portanto apenas uma parte externa ou religiosa desta prática esotérica. Esta breve dinastia Solar viveu em meados da raça árya, em simetria portanto aos acontecimentos kumáricos da Lemúria. Neste sentido poder-se-ia até considerar a cidade fundada por Akhenaton, chamada Aketaton ou “Horizonte de Aton”, como uma nova Shambhala solar.

LAWS, “A Doutrina Secreta Revelada”, Volume V, “Filosofia Oculta”.

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Kalki e a descoberta do Soma

Neste artigo trataremos pois um pouco das experiências do último Avatar com estes recursos e a importância que tiveram também para favorecer as curas do seu espírito preparando o seu grande despertar espiritual no começo da sua vida adulta. Não entraremos aqui em detalhes quanto à natureza específica desta ou daquela substância, reunindo-as meramente sob o epíteto místico, simbólico e tradicional de “Soma”.

Kalki é o último avatar esperado segundo a cosmologia hindu, o regente espiritual da Era de Aquário ou, mais precisamente da nova raça-raiz. É o mesmo Maitreya que virá na sétima sub-raça ou no continente de Pushkara segundo a sábia Helena P. Blavatsky, mas cujos prazos de chegada também já estariam ocorrendo.

1. Os ventos da mudança

A manifestação de um Avatar representa sempre um quadro de grande complexidade, envolvendo necessariamente crises e padecimentos importantes em função do seu trabalho de contribuir de forma significativa na redenção do carma da humanidade e da entrada do ser humano num novo universo de evolução. Com o novo Avatar isto não seria diferente, estando reservado a uma existência sujeita a fortes contrastes e a intensas experiências de vida.

 Assim, em função de problemas já no parto de Kalki, ao jovem fora destinada toda uma infância muitas vezes difícil de insônia à qual ele não tivera qualquer oportunidade de escapar. Era um ônus muito grande para a criança não ser capaz de dormir à noite, permanecendo lendo por horas a fio até o amanhecer quando então a luz do dia como que espantavam as suas sombras internas.

Por alguma razão, a família de Kalki nunca procurou resolver estes problemas do seu primogênito. Os pais de Kalki estavam obstinados por alcançar o sucesso social na vida. Haviam deixaram por isto atrás as suas vocações culturais para dedicar-se à obtenção de recursos econômicos.

Na verdade Kalki nascera numa família bastante sujeita ao conflito, onde os pais eram inclinados à arbitrariedade e os irmãos às intrigas. A escola não oferecia um quadro muito melhor, entre estudos tediosos e a opressão recorrente dos colegas. Deste modo Kalki recordava as suas fugas para a Natureza como momentos memoráveis de idílio. Aprendia assim a valorizar o silêncio e a solidão. Até mesmo os cultos religiosos começaram a ter certo significado para ele.

Contudo já na adolescência as coisas começariam a se modificar por iniciativa do próprio Kalki. Este era um período onde a proximidade com as substâncias entorpecentes se torna bastante natural. Suas dificuldades com os estudos formais, causada pela insônia e outros fatores pessoais, apenas incrementava estas tendências.

As condições pessoais de Kalki -tímido, franzino e revoltado-, faziam com que o jovem procurasse nestas substâncias sobretudo um apaziguador das suas angústias íntimas, entre elas poder simplesmente dormir já que este era um dos seus grandes problemas de toda uma vida. Sem demora Kalki também conhece formas mais poderosas de Soma, aos quais também adapta sem demora extraindo deles os seus melhores ensinamentos na direção da expansão da consciência.

E assim, ao invés de buscar movimentar-se como outros, ele preferia sempre que possível meramente se introspectar, e com isto também podia explorar o verdadeiro propósito interior do Soma. Naturalmente isto não era muito bem compreendido entre os seus parceiros, os quais na verdade sequer conheciam muitos dos seus dilemas íntimos. Mas assim aos poucos Kalki ia adquirindo maestria nestas questões tornando-se um autêntico xamã precoce. Começa inclusive a investigar estes assuntos tornando-se um pesquisador e prenunciando o futuro estudioso que em breve se tornaria também.

Havia alguns gurus famosos pela divulgação de experiências com o Soma que ele e seus parceiros seguiam atentamente. Sonhava viajar para locais mágicos onde viviam sábios renomados e feiticeiros poderosos, porém ele simplesmente não encontrava companhia para estas aventuras do espírito.

A fim de assegurar as melhores condições para as experiências, Kalki buscava realizá-las na casa de campo que sua família possuía. A energia do ambiente também é muito importante para o sucesso das experiências místicas. Kalki pode ver o quanto a sua atividade de xamã havia se aperfeiçoado, numa ocasião que ingerira sozinho o Soma neste ambiente, mas a sua jovem esposa também alcançou acompanhá-lo perfeitamente em sua jornada interior de percepção ampliada de consciência. Compreendeu assim que poderia tentar ajudar as pessoas através da simples indução das consciências, sem que elas precisassem ingerir o Soma, já que a grande maioria tinha grande dificuldade para alcançar os objetivos almejados pela Medicina. Contudo alguns acontecimentos importantes logo iriam abalar as suas ilusões

2. Aprendiz de Feiticeiro

As experiências de Kalki eram sempre muito elevadas, acessando diretamente a atemporalidade e o estado de inocência que o possibilitava olhar o mundo com pleno sentido de novidade sem máculas ou condicionamentos. Raros entre seus colegas chegavam sequer perto disto, e para sua surpresa nem mesmo os mais velhos falavam a respeito. De modo que o aprendizado de Kalki era praticamente de todo próprio e original.

Kalki aprendera que pode haver uma transição dolorosa para alcançar este estado. Nesta primeira fase o paciente deve se entregar completamente à ação da Medicina sem oferecer resistência. Após alguns momentos, podem surgir sentimentos de tristeza e angústia, perda a insegurança. Memórias esquecidas dolorosas podem invadir a consciência. Esta é a fase da peia a ser suportada, necessária para expulsar os traumas psíquicos acumulados. Para o paciente aquilo pode parecer durar uma eternidade, quando na verdade ocupa apenas poucos segundos. Caso esta etapa não seja devidamente atravessada, as experiências tendem a simplesmente não acontecer e a pessoa pode se sujeitar a distorções na sua percepção das coisas enquanto durar o efeito químico da substância.

A etapa seguinte já deve ser caracterizada por uma enorme paz e sentimento de presença, de se estar plenamente no aqui-e-agora. A pessoa sente-se imensamente tranquila e feliz. Sua face pode irradiar inocência e seu coração transbordar amor.

Esta fase de experimentos durou alguns anos na transição entre a adolescência e a fase adulta de Kalki. Ele não tinha instrutores aparentes mas havia avançado muito em seus conhecimentos. Certamente os seus Mestres internos já estavam atuando ali para orientar os seus passos nos caminhos da libertação.

Ignorava ainda de todo os yogas e lhe sobravam razões para não nutrir simpatias pela religião. Com isto havia a tendência a persistir em seus experimentos e até a tentar incrementá-los eventualmente. E com isto ele chegaria numa ocasião bem perto da morte em função de uma experiência sob superdosagem, a famosa overdose enfim.

Kalki estava prestes a entregar-se à morte acreditando estar encontrando uma suave libertação. Bastaria para isto adormecer, porque as suas faculdades psíquicas já estavam parcialmente anuladas. Não conseguir falar por exemplo, algo nele havia se rompido aparentemente, embora ele sequer soubesse disto. Horas antes dispensara os seus colegas para poder se concentrar melhor em suas próprias sensações.

Kalki tendia a acreditar na autonomia da alma ou na liberdade da consciência, não apenas em função daquilo tudo que lia na literatura mística, mas porque desde a infância costumava fazer viagens astrais fora do corpo.

Preparou tudo então cuidadosamente para o seu desenlace final. Para ele era certo que aquela seria a sua última noite neste planeta de dores e sofrimentos. E num último gesto antes de apagar a luz para entregar-se ao seu sono fatal, olhou para um livro de sua predileção sobre tais temas que sempre tinha em sua cabeceira, e uma frase deste livro assomou então à sua mente, a saber:

“A verdadeira conquista do homem de conhecimento, é alcançar a libertação em vida e não através da morte”

Esta frase caiu sobre ele naquele momento como uma bomba. Subitamente intuiu que estava sendo ludibriado por suas próprias sensações. Com efeito os ensinamentos que buscava seguir então advertiam amiúde que muitos feiticeiros inexperientes morriam iludidos pelas falsas promessas das chamadas “plantas-de-poder”. Quiçá os elementais do Soma estavam a lhe enganar a respeito dos seus verdadeiros poderes como uma espécie de vingança, após incontáveis eóns em que os seres humanos tem buscado sujeitar o reino vegetal aos seus próprios caprichos.

A partir disto Kaki desistiu de seu intento de abandonar o corpo para seguir vivendo. O problema era que uma parte dele já estava como que desconectada mesmo, tornando o seu eventual sono. Nem refletiu na possibilidade de meramente esperar passar o efeito do Soma, quiçá isto até nunca mais acontecesse imaginou. Intuiu que a verdadeira chave da sua libertação estaria em conseguir voltar a falar. Confirmou então que aquilo simplesmente não era possível fazer. Restava-lhe meramente insistir e insistir até conseguir. Quando finalmente alcança recuperar a sua voz, aquilo sai com a força e um urro tremendo, tal o esforço que precisou fazer para tal.

Tudo isto representou uma grande lição para Kalki. A partir dali compreendeu que os seus tempos de experimentos com o Soma poderiam estar mesmo chegando ao fim. Estes e outros acontecimentos trágicos envolvendo o submundo em que muitas vezes se buscavam estas experiências no Kali Yuga lhe proporcionaram uma ojeriza mortal e definitiva pelas coisas deste mundo. Decidira querer parar de colocar a sua vida sob riscos desnecessários. Teria que haver outras formas neste mundo para ser livre e feliz. Se isto existia ele estava aberto para conhecer. E as respostas que buscavam não tardariam a lhe aparecer.

Em breve ele receberia o seu grande Chamamento espiritual, e então daria adeus para sempre a este mundo experimental que, não obstante, ainda lhe serviria de referência nos seus primeiros anos de yoga, porque um de seus objetivos era alcançar através das prática de yoga estados de consciência ampliados como aqueles que obtivera através do Soma. Sabia que quando isto fosse possível, tudo aquilo seria seu para sempre e ele estaria de fato livre. Poderia não seria ainda uma verdadeira iluminação, mas pelo menos a clareza, a paz e a força estariam já à sua disposição, sem os riscos que os artifícios da magia podem trazer.

3. Conclusões

A relação das drogas e do sexo com a espiritualidade seguem sempre muito fortes por causa das dimensões idílicas e prazerosas que são capazes de proporcionar. Tudo isto tem sido também alvo de grandes conflitos morais e espirituais. No entanto tudo pode ser harmonizado quando tem-se sabedoria o suficiente para fazê-lo. Passemos então a alguns exemplos práticos, com destaque para o tema das substâncias.

Existe uma dialética mais ou menos natural entre Soma e espiritualidade. O Soma pode ampliar a consciência de início, porém isto deve ser visto como uma simples informação e não pretender seguir repetindo aquilo indefinidamente. A pessoa deve pelo contrário buscar caminhos espirituais verdadeiros para sedimentar aquele estado de consciência elevado. O simples fato dela ter sucesso na experiência do Soma é uma indicação de que tem vocação para cultivar a sua espiritualidade.

Tal coisa deve ser porém realizada sem demora e empregando as melhores técnicas. Aquele que não exercem a sua espiritualidade com pureza e maestria -sem misturar com substâncias- tendem a fatigar-se em seus esforços por não alcançar os resultados almejados e, assim, retornar para a dependência de substâncias. Esta é infelizmente uma situação comum e muito lamentável.

Assim, da mesma forma como os enteógenos foram um elemento importante nas raízes da espiritualidade humana, eles também podem ter eventualmente um papel na preparação das consciências para a verdadeira espiritualidade. O verdadeiro problema aqui está na forma do uso. Para efeitos de segurança podem ser ministradas substância mais suaves de início para testar os efeitos no paciente. E tão importante quanto a sua introdução será o posterior desmame. Nenhuma Medicina merece este nome caso o paciente se torne dela dependente de algum modo, seja psíquica, física ou até espiritual.

Vemos hoje mesmo uma grande profusão do emprego da chamada “Medicina Sagrada tradicional”. Práticas ancestrais têm evadido para os grandes centros onde os novos usuários tem pretendido adotar substâncias de uso ritual tradicional que supostamente não viciam e eventualmente tampouco são proibidas. Dizem que a droga mais perigosa é aquela que parece mais inocente. Pesquisas podem ser manipuladas e pode-se pretender ignorar o vício psicológico.

Enfim nada pode substituir a verdadeira espiritualidade interior, que representa o autêntico auto-empoderamento e liberação, conduzindo por fim à iluminação.  


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Maitreya e o Xamanismo


Sobre o Autor

Luís A. W. Salvi (LAWS) é estudioso dos Mistérios Antigos há mais de 50 anos. Especialista nas Filosofias do Tempo e no Esoterismo Prático, desenvolve trabalhos também nas áreas do Perenialismo, da Psicologia Profunda, da Antropologia Esotérica, da Sociologia Holística e outros. Tem publicado já dezenas de obras pelo Editorial Agartha, além de manter o Canal Agartha wTV 

Educação e Xamanismo

O xamanismo representa uma forma de cultura, de religião e de espiritualidade que tem acompanhado a humanidade desde épocas imemoriais. Considera-se amiúde porém que o xamanismo tem sido superado pelas religiões mais atuais da humanidade, quiçá desde o período atlante. E neste caso, será que o xamanismo simplesmente desapareceu e perdeu completamente o seu valor?

Dizer que ele desapareceu não é possível, afinal restam ainda muitas sociedades bastante antigas no planeta que preservam razoavelmente as suas tradições. E quanto a ter perdido a sua importância tampouco podemos afirmar realmente, porque os fundamentos do xamanismo são eternos, e neste caso eles apenas têm sido mais limitados em muitos casos a certas etapas da formação humana. Estamos falando pois da formação do ser humano individual, sua infância, adolescência e juventude em especial.

Não obstante, quando dizemos que a infância representa um êmulo do xamanismo, devemos considerar na realidade que o próprio xamanismo é que representa uma forma de infância desenvolvida. Etnólogos estruturalistas como Claude Levi Strauss puderam demonstrar quão profundas são as analogias ou semelhanças entre o pensamento mágico infantil com o das chamadas sociedades originárias.

Podemos dizer que a existência do homem primitivo era como uma infância estendida -inclusive em termos espirituais-, dada a sua contínua preocupação com as questões elementares. Mesmo o xamanismo esteve muito atrelado a uma espiritualidade limitada a planos sutis inferiores e voltada para a luta contra demônios. A mudança apenas aconteceria a partir dos códigos de civilização, que permitiram uma ascensão ao coração e o serviço espiritual às grandes coletividades. Contudo a decadência da civilização também remete a padrões primitivos de sobrevivência, alienação e opressão.

Da mesma forma como a humanidade inaugurou a sua espiritualidade através do xamanismo, o mesmo acontece na existência de muitos iniciados através dos tempos, e com o Novo Buda isto não seria diferente, como o grande e precoce buscador da Verdade que foi, quando necessitou resgatar as raízes da espiritualidade humana a partir das suas mais remotas origens. Tal coisa demanda não apenas um forte envolvimento com a Natureza, como também o conhecimento de recursos mágicos ou místicos que ela pode oportunamente oferecer, além das provações que são caraterísticas das práticas xamânicas. 

Naturalmente esta não é nenhuma generalização; da mesma forma como nos tempos primitivos nem todos foram xamãs, também agora poucos são as pessoas cujas infâncias se prestam da mesma forma a uma autêntica experiência xamânica.

Algumas Escolas de Mistérios afirmam que em cada reencarnação devemos refazer todas as nossas iniciações. Porém em alguns casos é pedido também que o Iniciado recupere até mesmo aquelas pré-iniciações mais primitivas que estão nas bases da espécie humana. De todo modo, tudo isto estaria à disposição de cada ser humano ao qual o carma possa auxiliar a acessar uma evolução maior. 

Contudo, tudo começa realmente na mais tenra infância, senão mesmo no próprio nascimento do Avatar. Ora, o xamanismo é considerado como uma espiritualidade relacionada à infância da humanidade, quando a nossa espécie deve aprender a se relacionar com os Elementos naturais em todos os seus níveis, inclusive em termos religiosos, ainda que a forma xamanista de religião possa ser em muitos casos bastante diferente daquilo que se pratica hoje em dia.

A formação espiritual da criança pode ser também como uma experiência xamanista em função dos desafios que sempre representa para a criança em evolução, e em alguns casos tais desafios podem chegar a assumir proporções realmente assombrosas, trazendo não raro à mente aquele ditado que diz “-Se não me mata, me fortalece”. 

A Formação das Bases

Ainda que os fatos sempre sejam sugestivos a respeito da natureza das coisas, existe sempre uma margem de incertezas ou de variáveis que desafia o entendimento claro das realidades. E é aqui que o conhecimento simbólico e estrutural tradicional pode contribuir muito para reduzir as dúvidas e auxiliar a organizar o mundo como cabe. 

A existência de diferentes estruturas de evolução para as distintas etapas da vida pode causar estranheza, e no entanto este fato seria um simples reflexo da própria natureza das energias com que o ser humano deverá trabalhar cada etapa da sua existência. 

Ocorre que o ser humano é uma espécie com muitas distinções dos demais reinos da Natureza, tanto físicas como psíquica, mentais e espirituais. Os cientistas sempre acharam curiosa –para os nossos presentes propósitos- a longevidade da infância da nossa espécie. Porém isto tem um objetivo muito claro que é justamente a formação de uma mente ou espírito mais complexo que os demais reinos da Natureza.

Na obra “Educação na Nova Era” Alice A. Bailey afirma que no futuro a educação social voltará se identificar a com a iniciação espiritual regular. Ora não existe qualquer motivo de assombro para tal afirmação à luz das práticas das sociedades antigas, das quais a Sociedade Védica (ou Brahmanista) desponta todavia como a mais representativa, pese também as distorções sofridas pelo sistema com o passar dos séculos.

Não obstante, pode ser necessário fazer aqui ainda algumas distinções, posto que o termo “educação” abarca um longo período da existência humana, havendo inclusive modelos sábios de educação vitalícia.

Ora, sempre olhamos com certa desconfiança a aplicação de técnicas espirituais em crianças, apesar de reconhecermos que para alguns efeitos isto até pode ser positivo. Contudo há sempre que estarmos em alerta contra nossas tendências enquanto adultos de tentar impor elementos inadequados às crianças.

A chamada “educação” prima pela completa inconveniência e reflete no mais das vezes apenas as ideologias e as próprias taras dos adultos. Religião, política, ciências e sexualidade são inculcadas em crianças de tenra idade apenas porque os adultos não compreendem a infância e como que querem dela se livrar o quanto antes formatando as pequenas mentes em robôs dos seus próprios desejos e inclinações, forçados que são em assimilar todas estas informações sob pena de tornarem-se párias e enjeitados já em seus próprios lares e depois no conjunto da sociedade.

A rigor consideramos porém –e seguindo certa analogia estruturalista praticada na Antropologia-, entre a evolução cultural com a formação do espírito humano- que a infância está mais próxima da ideias do xamanismo, enquanto que a adolescência possui uma afinidade natural com a própria religião, e a maturidade sim com a espiritualidade iniciática.

Nos relatos xamânicos, é comum o candidato ser colocado em posição desafiadoras para estimular as suas forças latentes. A existência da criança e do jovem são comuns situações que demandam esforços especiais de adaptação, levando-a cedo a se habituar a administrar perdas e ganhos.

Muito daquilo que se passa nos primeiros anos, numa infância e adolescência entremeadas por desafiadora, mas também tal como de auto-superação e com experiências espirituais e religiosas, contribuem para levar a pessoa até um autêntico despertar espiritual, levando-o até situações limites e crises de identidade.

A infância humana é análoga então à evolução humana Elementar iniciada pela Revolução Cognitiva de 50 mil anos atrás, com seus Quatro Ciclos com analogia dos 4 Reinos da Natureza: Mineral, Vegetal, Animal e Humano.

E isto também significa que a própria humanidade ainda vive a sua “infância” espiritual, razão pela qual necessita ser tutelada pelas Hierarquias de Luz. A fase propriamente Elementar estará se encerrando com a Nova Era, fechando assim os 52 mil anos da evolução primária humana, ao passo que à ronda seguinte tocará o “corolário” deste seu amadurecimento e a chegada na sua maioridade espiritual. 

De modo que todo este quadro deve ser organizado em termos de ciclos, visando a evolução contínua e o ritmo natural da evolução, com todas as provações que os processos evolutivos também naturalmente devem trazer.

Para isto empregaremos as estruturas do chamado Triângulo de Pitágoras que contempla em suas três faces um panorama completo da evolução humana (ou pelo menos até uma certa altura avançada da existência), em termos de Cosmologia, Alquimia e Hierofania -a Astrologia, em sua versatilidade, pode ser enquadrada em todas elas. Especialmente em nosso caso da sua face de base quaternária, cuja matemática complexa é sabidamente de 4x4+4=20 unidades.

E como símbolo Elementar, podemos buscar símbolos quaternários conhecidos como o da Roda da Medicina xamânica, comparável num primeiro momento ao chakra-raiz de quatro pétalas da ioga, Muladhara, tal como à sefira básica Malkut da Árvore sefirótica, abaixo. 

Raízes de Três Culturas: Roda da Medicina, Malkuth e Muladhara Chakra

O fato nos remete também à fórmula completa dos Elementos cosmológicos que é circularmente quádruple, ou seja: 4x4. E inserindo a Quintessência como corolário na sequência, teremos os 20 anos desta primeira parte “pré-iniciática” da existência humana –e que é também o ciclo maia katun, análogo ao calendário de 20 dias/signos do “mês” meso-americano.

Contudo, ao invés de subdividir analogamente o período em quatro setores (como nas “semanas” maias de cinco dias ou 4x5), optaremos antes por cinco divisões de quatro anos ou 5x4, visando incluir pois a energia de síntese ou de quintessência como corolário final. 

Tal coisa também pode ser melhor compreendida através do emprego esotérico do Teorema de Pitágoras (no caso, pelo lado reto maior de base “4” do triângulo), tal como demonstramos também na Capítulo “Arqueometria da Evolução divina” da sequencia na presente obra, assim como em “As chaves iniciáticas do Teorema de Pitágoras” na obra “Simbolismo Universal” (da Série “A Doutrina Secreta Revelada”).

Acreditamos que esta repartição possa ser também simbolizada pela cruz hindu de quatro suásticas, abaixo com as etapas correspondentes. 

OS 4+1 CICLOS FUNDAMENTAIS (4X5 ANOS)

I. Primeira Infância: Terra

II. Segunda Infância: Água

III. Primeira Adolescência: Fogo

IV. Segunda Adolescência: Ar

V. A Primeira Maturidade: Éter

Postas estas colocações iniciais, partimos então para analisar sumariamente a natureza de cada um destes cinco ciclos primários da evolução humana.

1. A Primeira Infância: Elemento Terra = 1 a 4 anos de idade

A Primeira Infância é aquela que sucede ao nascimento do ser humano, representando certamente o primeiro “rito-de-passagem” pelo qual atravessa o ser humano. 

Se a terra é como um útero, o próprio útero é também reciprocamente como uma terra. Ela pode sair do útero mas logo recebe um lar que será como uma terra para a semente vicejar física e psiquicamente. A criança aprende com isto a trabalhar com o espaço.

Este é pois o momento para o “aterramento” humano, a fase em que a consciência começa a assimilar as impressões que recebe do mundo. A analogia com o Reino Mineral também se exerce superiormente aqui pelo aprendizado da fala e do manejo da palavra.

Naturalmente a figura da mãe aqui é fundamental, como uma espécie de porto seguro contra as incertezas destas primeiras impressões da consciência. Através dela a criança conhece então o aspecto nutridor da Natureza.

É antigo o debate sobre a verdadeira condição em que o ser humano nasce. Várias teorias buscam dar a sua própria contribuição. Uns creem na bondade inata do ser humano, enquanto para outros ele nasce como uma “folha-em-branco”. 

Rousseau era otimista e Maquiavel era pessimista sobre a natureza humana. Contudo na realidade sequer existe algo que se possa chamar de “natureza humana”. A reposta da folha-em-branco -tal como apregoava Locke- é certamente a mais abrangente de todas as possibilidades.

Existe também a ideia do Pecado Original, relativo às próprias limitações natas do ser humano. Não obstante, o próprio nascimento pode ser um acontecimento capital, e seu simbolismo cósmico é inclusive usado para organizar os temas astrológicos individuais.

Certamente esta também pode ser uma etapa de grandes provações. Nem toda criança tem a sorte de ser bem recebida no mundo, as vezes até por razões aparentemente incidentais como num parto traumático. 

De sorte que não poucas pessoas acumulam traumas da sua primeira infância, afinal a sensibilidade do ser humano nesta fase inicial da vida é realmente sem igual. As pessoas não têm normalmente como aquilatar a natureza praticamente épica das emoções das crianças nesta sua primeira fase da vida...

Mas ao mesmo tempo, é quando a criança começa a se robustecer internamente. E neste aspecto também há vantagens porque, pese a sua fragilidade aparente, ela também é forte para encarar as provas porque não tem nenhuma memória de medo. Mesmo que a dor se repita passo a passo ela também aumenta a sua resistência, como parte mesma do seu aprendizado de vida.

2. Segunda Infância: Elemento Água = 5 a 8 anos de idade

Esta segunda fase da vida está marcada pelo Elemento Água, porque agora a criança está realmente pronta para manifestar emoções. Naturalmente estamos falando de relacionamentos, que decorrem de início com os próprios irmãos, que começam a surgir como pessoas reais nesta fase, o que também costuma ser um outo impacto sobre o conforto físico e emocional da criança. 

Naturalmente a presença paterna surge nesta fase como o outro pilar na vida da criança, à medida e, que começa a precisar dividir a mãe, quando o pai leva a criança para onde ela necessita agora ir, e isto será uma novidade e uma aventura para ela. Desta forma a criança aprende a lidar com a autoridade, que conhecerá também na escola.

A água flui, e a criança se expande discretamente então pelos entornos, realizando atividades sociais com novos amigos e colegas. O jovem pode começar a se envolver artes como cantos e danças, despertando assim para a experiência e estética.

Nesta etapa o esporte e o lazer também entram na vida da criança, aproximando-se da Natureza exterior e exercitando os seus próprios limites. 

A escola tem lugar e com isto uma grande expansão de relacionamentos se potencializa, juntamente com uma multiplicação de atividades, com os decorrentes reflexos emocionais que acarreta, levando-o a aprender a administrar decepções e frustrações.

O resultado disto é a formação e a consciência de uma rotina, ou de um ritmo de vida, permitindo começar com isto a realizar planejamentos. E a criança aprende com isto a trabalhar com o tempo.

3. Primeira Adolescência: Elemento Fogo = 9 a 12 anos de idade

Na sequência tem-se a fase associada ao Reino Animal, quando o adolescente avança nos esportes e na vida social, vindo a alcançar também a sua puberdade.

Aqui a intensidade dos relacionamentos sociais aumenta em todas as direções. É o momento do jovem conhecer o bullyng social, como agente ou como paciente.

Os relacionamentos com o reino animal também podem avançar, seja tendo animais de estimação, seja para fins de lazer ou de trabalho, especialmente entre os jovens do meio rural.

A literatura nativista sul-americana chegou a valorizar estas experiências de juventude. O poeta e escritor romântico argentino Ricardo Guiraldes, filho da aristocracia rural, se interessou pela Teosofia e pelo Orientalismo, antes de concluir a sua obra principal “Don Segundo Sombra" no começo do século XX. 

Esta novela rural com traços autobiográficos trata de um jovem fidalgo que realiza toda uma iniciação na vida gaudéria, servindo ao seu crescimento como homem e como ser humano, enfrentando os desafios da lida rural e aprendendo com os mais experientes. Contudo ao chegar na maioridade termina por abandonar praticamente este mundo para se dedicar aos estudos na cidade. 

Outro tanto acontece com os caçadores. Bem ou mal, são formas de se colocar junto à força dos elementos, no lombo das bestas ou na espreita da caça, no conhecimento das marés ou na travessia dos charcos, servindo daí para reforçar a sua fibra humana. Poucos adultos se sujeitam a este tipo de lida (ou a alguma coisa relacionada a isto) por simples gosto fora da juventude. E se o jovem puder depois refinar toda esta energia com uma educação superior, melhor ainda será... 

De certo modo este processo reproduz aquilo que aconteceu na admirável cultura indiana, quando evoluiu de uma sociedade pastoril para uma cultura mais refinada e espiritual -sem perder todavia as próprias raízes rurais, solidamente fincadas nos seus mitos e cultos tradicionais. 

4. Segunda Adolescência: Elemento Ar = 13 a 16 anos de idade

O final da adolescência decorre então sob as energias do próprio Reino Humano, de modo que o jovem se prepara para se tornar um adulto. 

Esta fase desperta de forma especial a sede pelo conhecimento, a autonomia se afirma e com suas forças aumentando o jovem aspira pelas novidades que possa descobrir no mundo e nele se expandir.

O conhecimento passa a lhe estar agora mais acessível, pode também comparar as coisas e adquire assim sentido crítico. Entra assim num ciclo de contestação, rebeldia e transgressão, visando impressionar seus colegas e para fazer a corte no campo da sexualidade. 

O jovem almeja agora expandir os seus ciclos sociais e de conhecimentos. Os relacionamentos assomam agora ao primeiro plano, e ele passa ademais a conhecer mais sobre a humanidade, suas mazelas e benesses. 

Viagens passam a ser um apelo irresistível e serão sempre bem-vindas, como uma forma de crescimento mental e de expansão da consciência. 

Além disto as experiências místicas espirituais também podem se tornar mais comuns e regulares, sua curiosidade aspira pelo exótico e ele tem abertura para o diferente, daí ser normal o adolescente iniciar-se no mundo das drogas nesta fase e também na sexualidade, especialmente no caso das meninas.

5. A Primeira Maturidade: Elemento Éter = 17 a 20 anos de idade

O começo da vida adulta traz um impacto na vida do ser humano, pois agora ele começa a conhecer verdadeiras responsabilidades, enfrentado os desafios que o destino lhe reserva como tal. 

Não seria exagero dizer que este representa o momento mais crucial da existência humana, na medida em que as decisões a serem tomadas nesta fase da vida poderão determinar o rumo de toda uma existência. Trata-se pois este momento de uma verdadeira “porta cósmica” aberta na vida do ser humano, na qual ele poderá realizar as grandes decisões da sua existência. 

Daí a responsabilidade e as angústias que esta fase costuma acarretar na vida humana, porque não raramente a pessoa ainda não sabe realmente o que almeja fazer na sua vida futura. 

Ao mesmo tempo todas as outras coisas também se precipitam e confundem, na vida social, política, amorosa e espiritual, como um verdadeiro turbilhão de experiências oferecendo e pedindo respostas, como um reflexo natural da energia de quintessência que caracteriza esta fase da vida.

 O adulto noviço sente que a coisas se lhes escapam pelos dedos e que o tempo não basta para alcançar as repostas. Na sua angústia ele aspira inconsciente por luzes que possam lhe orientar. 

Aqui pode entrar novamente então a figura paterna para orientar e aconselhar. Muitos, premidos pela insegurança e pelas incertezas da hora, desejarão ouvir aquilo que os pais têm a lhe dizer, ou atuarão de todo modo em resposta às expectativas paternas.

Outros porém, aspirando por respostas mais profundas, poderá sujeitar-se a crises e experiências diferenciadas e receber até mesmo uma Chamamento espiritual –como uma resposta do Pai celestial neste caso-, coisa nada rara de suceder na existência daqueles que tem vocação espiritual nesta altura da vida, a fim de que possam tomar um curso espiritual fecundo a partir de uma dedicação precoce como pede um trabalho bem-sucedido nesta via de realização.

Conclusões

Neste trabalho podemos verificar o quão a magia pode penetrar na vida humana em tenra idade sob diferentes formas, não raro de maneiras que não consideramos com tais mas que, para um jovem ou uma criança podem ter exatamente este papel, e como o xamanismo em especial acha-se muito relacionado com a formação biológica e natural do ser humano, tendo um papel natural na infância e na adolescência.

As situações probatórias já infância e na adolescência vão naturalmente muito além das estreitas fronteiras do lar, porém este não será tema para ser abordado nesta obra, quiçá apenas as consequências da má educação para o conjunto da sociedade na forma da manipulação social, cultural e econômica.

O contato com a Natureza, os esportes e as experiências com as drogas podem jogar com aspectos bastante tradicionais do xamanismo, ao passo que os desafios da educação e dos relacionamentos também podem conter aspectos importantes de feitiçaria com os quais também aprendemos a cedo lidar. Mesmo afastando-se dela com todas as suas forças, a feitiçaria nas suas diferentes formas de manifestação termina sendo uma companhia constante de todo o iniciado.

É lamentável como a humanidade ainda pouco tem em conta a enorme importância da infância na formação do ser humano, e naturalmente tal coisa pouco ajuda para qualificar a vida precoce das pessoas. A própria intensidade absurda com que uma criança sente as coisas já faz uma enorme diferença, dado o seu elevado grau de espírito de presença nas coisas. 

A ideia é que da mesma forma como o xamanismo contribui na formação da espécie humana, ele também faz o mesmo em relação ao indivíduo. Seria até mesmo possível estabelecer calendários de analogias para isto, comparando os estágios do xamanismo com as etapas de infância e da adolescência em especial, e até mesmo da própria vida adulta num dado sentido.

Da obra "Pedagogia Áurea", Luís A. W. Salvi

Ver também

Arqueometria da Evolução Divina

Maitreya e o Xamanismo


Sobre o Autor

Luís A. W. Salvi (LAWS) é estudioso dos Mistérios Antigos há mais de 50 anos. Especialista nas Filosofias do Tempo e no Esoterismo Prático, desenvolve trabalhos também nas áreas do Perenialismo, da Psicologia Profunda, da Antropologia Esotérica, da Sociologia Holística e outros. Tem publicado já dezenas de obras pelo Editorial Agartha, além de manter o Canal Agartha wTV